SINCERIDAD
Es la cualidad de obrar y expresarse con verdad, sencillez y honestidad, sin fingimientos o segundas intenciones. La palabra, como tal, proviene del latín sincerĭtas, sinceritātis. La sinceridad es una cualidad moral de gran valor.
Abre puertas y cierra dudas.
La educación de la sinceridad básicamente supone la educación del tacto (esto significa que cuando debemos decirle a una
persona la verdad de lo que pensamos y esta verdad la incomoda debemos utilizar
las palabras, las expresiones correctas ya que el primer propósito es ayudar a esa persona, y esto es necesario para
que la persona escuché y vea que lo que se la dice va con buenas intenciones y
sin ánimo de ofenderla), de la discreción y de la oportunidad.
Debemos enseñar a:
- Distinguir entre hechos y opiniones.
- Distinguir a quién se debería contar qué cosas.
- Distinguir el momento oportuno.
- Explicar por qué.
Para guiar a los niños:
- Deben responder siempre con la verdad a las preguntas de su padre, su madre u otras personas.
- Reconocer las equivocaciones y no tratar de ocultar su error.
- Deben aprender a expresar sus sentimientos, deseos, dificultades, etc.
- Si no pueden o no quieren hacer algo que se le pide, deben razonarlo con sinceridad, sin gritar ni llorar.
- La comunicación es esencial, hay que enseñarles a compartir con nosotros (y nosotros con ellos) lo que han hecho durante el día.
- Es muy importante premiar su reconocimiento de la realidad, esto nos ayudará a que en el futuro no acudan a la mentira.
Por ejemplo el cuento de Pinocho.
Ay situaciones que pueden llevar a la persona a dejar de lado la sinceridad, pero sin tener la intención de mentir.
Las denominadas “mentiras piadosas” son un ejemplo de esta circunstancia: si un adolescente recibe un regalo que no le gusta de su abuela y no quiere herirla, dirá que está encantado con el presente (por lo tanto, no será sincero).
0 comentarios:
ESTO ES PARA TI ESPERO TE GUSTE